El debate de los exclusivos

mayo 08, 2020





El pasado marzo Microsoft presentó en un evento online su cuarta consola (o quinta si consideramos como una aparte One X dada su gran superioridad técnica sobre el resto de la generación) Xbox series X, con la que a priori llegan esta vez con los deberes hechos tras los problemas que tuvo en los primeros años de su predecesora.

Con Nintendo arrasando en ventas con Switch mientras que ni confirma ni desmiente los eternos rumores de una supuesta revisión más potente avivados por ciertos detalles de las últimas actualizaciones, todas las vistas se pusieron en ese momento en Sony. Hasta ahora de Playstation 5 conocemos unas especificaciones ligeramente inferiores a su rival y una limitada retrocompatibilidad pero, salvo el mando, no se han dado detalles acerca del diseño. 

En estos momentos de incógnita, los detractores de Microsoft se han centrado en un punto clave: Xbox en esta generación que acaba ha tenido pocos exclusivos que además se podían jugar en PC, algo que es poco probable que vaya a cambiar a medio plazo. Algunos han ido más allá poco menos que dando ya por ganadora a PS5 considerando a Series X una consola "prescindible".







Retrocedamos un poco, a la época de las 32 bits. ¿Que diferenciaba a Sony de tantas marcas que se la pegaron en esos años como Philips, 3DO Company o la veterana Atari? Pues, aparte de la base de trabajo que ya tenían gracias a Nintendo, supieron moverse rápido tirando de talonario.

Tener una Playstation (o PSX, como se la conocía popularmente) era la única forma de jugar a sagas tan prestigiosas como Tomb Raider, Tekken o Final Fantasy, sin olvidar por supuesto el primer Metal Gear Solid. El elevado precio de lanzamiento de SEGA Saturn y los retrasos de Nintendo 64 hicieron el resto, y Sony se convirtió en la dominadora.

En la era 128 bits, Lara Croft cayó en un rápido declive por esas prisas que nunca son buenas en el mundo del videojuego, mientras que las exclusividades del controvertido pero no por ello menos estupendo MGS 2 y de la franquicia Grand Theft Auto fueron tan solo temporales. Microsoft adquirió Rare, y tuvo extraordinarias exclusividades como Halo o KOTOR. Pese a todo, PS2 se convirtió con más de 154 millones de unidades en la consola más vendida de la historia.






En la siguiente generación, la cosa fue más allá y ya desde el principio GTA 4 apareció en Xbox 360, pero lo más sorpresivo fue el lanzamiento multiplataforma de FF XIII, que parecía casi un sueño imposible dada la mayor capacidad del blu ray de PS3 frente a una Microsoft que mantenía el DVD a la vez que apostó por el caballo perdedor en la reproducción de películas.

Mientras que en Sony destacaban exclusividades como la saga God of war, The last of us o (esta vez sí) Metal Gear Solid 4, en Xbox 360 tampoco se podían quejar con Fable 2, Halo 3 o Gears of war 2, y los multiplataformas solían brillar más en esta última debido a una mayor facilidad de programación, ya que las third parties tuvieron demasiados problemas con el famoso chip "Cell" de Sony. Esta vez la inesperada ganadora fue Nintendo con Wii, quedando PS3 y 360 en números muy igualados.

Hoy sí, la batalla de las exclusividades la ha ganado Sony. Pero, ¿de verdad se ha llevado la generación por eso? En el famoso E3 de 2013, apenas sí se vieron juegos de PS4 frente a Xbox One, pero Microsoft se pegó un tiro en el pie antes de empezar con la mala imagen que le dio la política (afortunadamente descartada) de conexión permanente a internet y la supuesta necesidad de incluir el periférico Kinect que encareció en 100€ la máquina.






Hablemos ahora de Nintendo. Con Wii y Switch les ha ido francamente bien. Con N64 y Gamecube, no tanto. Y no hablemos ya del desastre en ventas que fue la incomprendida Wii U. ¿Qué es lo que tienen en común consolas tan diferentes? Que Nintendo siempre ha sido la compañía de las exclusividades. La casa de Mario, Link y Pikachu.

Algunos ya desaparecieron como F-Zero, y el futuro de otros aún se desconoce, pero han surgido otros fenómenos como Splatoon o Animal Crossing. Juegos que en su día salieron al final de la vida útil de sus sistemas, han podido revivir gracias a las reediciones, como Majora´s Mask o Mario Kart 8.






Pero sobre todo, hoy en día el del videojuego es más que nunca un mundo donde prima la experiencia social. Hoy en día la franquicia más popular posiblemente sea Fortnite, y que los futbolistas jueguen al FIFA ha dejado de ser motivo de chiste (¿quien no recuerda a aquel Nicolás Anelka que no soltaba la Game Boy en Las noticias del guiñol?) para convertirse en todo un evento televisivo. Inclusive todavía hoy es fácil ver entre los más vendidos mes a mes un juego de hace nada menos que 7 años como es GTA 5 por su modo online. Todos ellos juegos multiplataforma. 

En Joróbate Flanders no sabemos qué consola ganará. Pero en definitiva, los exclusivos no lo son todo. Eligáis la opción que sea, ante todo hay que intentar no despreciar a las otras. Seguramente todas nos divertirán, y al final eso es lo importante.

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