Revisitando Los Simpson. Novena temporada

febrero 18, 2023



Dos meses después, llegamos a la novena temporada en nuestro repaso cronológico de Los Simpson en Joróbate Flanders.

Aunque en España no nos suene demasiado (más allá de diferentes referencias en, por ejemplo, Padre de familia) la comedia ambientada en los años 50 Happy Days (ABC) que en nuestro país emitió en horarios intempestivos Antena 3, fue entre 1974 y 1984 uno de los mayores éxitos de la televisión estadounidense. 


Al igual que pasara años después con Steve Urkel (Jaleel White) en Cosas de casa, uno de sus personajes secundarios, el mecánico italoamericano Arthur Fonzarelli (Henry Winkler, el corrupto e incompetente abogado Barry Zuckerkorn de Arrested Development) acabó siendo el máximo protagonista debido a su enorme popularidad.


En la quinta temporada, "Fonzie" fue de vacaciones a Los Ángeles, y durante una exhibición de esquí acuático, consiguió la improbable hazaña de saltar encima de un tiburón. Esto (que fue parodiado en otra sitcom de época como fue Aquellos maravillosos 70, ahora con secuela en Netflix) sirvió para acuñar la expresión "Jumping the shark" o salto de tiburón, el temido punto de inflexión en que una serie toca techo tras un determinado acontecimiento. Para una buena parte del fandom de Los Simpson, este punto llegó el 28 de septiembre de 1997.



En el holdover (episodio que se empieza a producir en la temporada anterior) "El director y el pillo", los entonces productores ejecutivos Bill Oakley y Josh Weinstein (que esa temporada serían sustituidos por Mike Scully) quisieron dar una vuelta de tuerca más en su desarrollo de los secundarios de lujo de la serie confirmando las veladas insinuaciones en "Las series secuela de Los Simpson": 


El director Seymour Skinner no solo había sido un delincuente de poca monta en Capital City, sino que ni siquiera se llamaba así: su verdadero nombre era Armin Tamzarian y había suplantado a su sargento en Vietnam (cameo de Martin Sheen) tras desaparecer en una misión. 


En un capítulo no obstante bastante divertido, el "nuevo" Seymour es detestado por todo el pueblo (incluyendo su madre Agnes), y finalmente el juez Roy Snyder (en uno de los últimos capítulos en que todavía no era afroamericano) le concede a Armin su identidad, siendo el Sargento Skinner expulsado de la ciudad no sin antes serle concedido un desfile honrando su brillante carrera militar.



Pero, aunque a uno no le guste este experimento (que en la T21 supuestamente dejó de ser canónico), sería injusto reducir a ello una temporada no por ello menos divertida como es esta novena, donde la familia de Evergreen Terrace hace un accidentado viaje a la "gran manzana" ("La ciudad de NY contra Homer Simpson") Apu contrae matrimonio concertado con Manjula (a la que ya conocimos en un flashback de la T7) en "Las dos señoras Nahasapeemapetilon", Homer sustituye a Ned Flanders como entrenador de fútbol americano ("Bart Star"), y arrastra a toda la familia al siniestro campamento de los Movimientarios en "La alegría de la secta", que daría nombre al hoy extinto foro Felizonia.



 

Por otra parte, Marge seguía queriendo tener su propio trabajo tras el fallido negocio de galletas de la temporada anterior, y esta vez pasa a ser agente inmobiliaria, donde tampoco dura demasiado por culpa de su exceso de sinceridad unida a la pelea de su marido con el atracador Snake Jailbird en la subtrama de "Bocados inmobiliarios", capítulo que sería la despedida del entrañable abogado (aquí extrañamente convertido en dueño de la inmobiliaria en cuestión) Lionel Hutz, debido a la trágica muerte del actor Phil Hartman (Un padre en apuros, Pequeños guerreros), que daba su voz tanto a este como a Troy McClure.





Y sobre todo, esta sería la temporada donde Los Simpson alcanzaron la cifra redonda de 200 episodios con "Residuos titánicos".


Tras descartar que el empleado del sector 7G de la central nuclear se presentase a alcalde (algo que finalmente se hizo en la T17) se optó porque Homer, tras una pelea con unos basureros, decida competir por el puesto de inspector de sanidad contra Ray Patterson (Steve Martin), quizá el único funcionario eficiente y no corrupto de Springfield, con el previsible resultado de que la ciudad se vuelve completamente inhabitable.



Y de nuevo, cabe destacar en esta novena temporada un episodio protagonizado por el millonario dueño de la central nuclear, Montgomery Burns. En una nueva muestra de su turbia actitud durante la segunda guerra mundial, en "El problema con los trillones" descubrimos que nunca entregó un billete de un trillón de dólares emitido por la administración de Harry Truman con los que los países europeos del bando aliado habrían podido afrontar su reconstrucción tras el conflicto.

Como parte de un acuerdo extrajudicial tras una apresurada declaración de impuestos llena de mentiras, Homer Simpson debe delatar a su jefe, pero acaba siendo deslumbrado por el supuesto patriotismo con el que defiende su "alta alta altísima traición", y su precipitada huída del país junto al siempre fiel Waylon Smithers les acaba llevando a Cuba, donde el encuentro con el mismísimo Fidel Castro no sale como ellos esperaban.



Próximamente en Joróbate Flanders, la décima temporada. Dedicado a la memoria de Phil Hartman.

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