Videojuegos censurados

octubre 23, 2021



Hace poco, Virtuanestor subió a su canal de Youtube un resumen de uno de sus directos de Twitch conmemorando el aniversario del lanzamiento de Playstation 2, que empezaba con una interesante reflexión sobre como la visión del mundo de los videojuegos ha mejorado para la opinión pública gracias en buena parte a la máquina 128 bits de Sony y a la antecesora que Nintendo ayudó a crear.

Qué lejos quedan afortunadamente aquellos tiempos en que Matías Prats Jr, entre anuncio y anuncio de ING Direct, metía miedo a nuestros mayores con el "Fantasía final 8" o se tomaban demasiado al pie de la letra las explicaciones de la revista oficial Playstation de Grupo Zeta sobre el uso de tabaco y drogas de Solid Snake, protagonista del mítico Metal Gear Solid, sin olvidar claro está el tristemente célebre episodio 38 de Pokémon que únicamente pudo verse en Japón.


No conocemos "pulpo-sepia-calamar" pero indudablemente debe ser mejor juego que Cyberpunk 2077


Costó mucho aceptar que, en ese juguete infantil que se consideraban hasta entonces los videojuegos, estuviera presente un concepto tan propio del cine y la televisión como era el +18 (hoy el ciclo sin fin ha vuelto a las plataformas de streaming, pero esa es otra historia) y hubo juegos que tuvieron que pasar por el desagradable filtro de la censura. Hoy hablaremos de algunos de ellos en Joróbate Flanders.


Guevara/Guerrilla War (Multiplataforma)





Como explicamos hace tiempo a raíz de la resurgida eterna controversia con Dragon Ball, la de Japón es una sociedad complicada donde la modernidad de sus ciudades y su tecnología se mezclan con una mentalidad de ideología profundamente conservadora. 

En este contexto, sorprende encontrar allá por 1987 uno de los muchos arcades run-and-gun que han caracterizado la trayectoria de SNK. Su título en el país nipón no dejaba lugar a dudas: En Guevara, los 2 jugadores a los mandos controlaban al "Che" y Fidel Castro en las selvas de Cuba tratando de derrocar en los años 50 al dictador Fulgencio Batista, recuperando armas y tanques a través de un avance vertical como de matamarcianos. Todo un proto Metal Slug. 



Las adaptaciones a NES y a diferentes ordenadores 8 bits del momento no se hicieron esperar. Pero, si ya en Japón un título así era delicado, la cosa se ponía aún más fea en EEUU, en pleno recrudecimiento de la guerra fría bajo la presidencia de Ronald Reagan, unos años en que hasta esa dura historia antibelicista que una vez fue el personaje de Rambo (Sylvester Stallone) había pasado en la tercera entrega a finalizar con un rótulo que, si bien no es como se nos ha contado, resulta incómodo en la actualidad.

De esta forma, el juego pasó a llamarse en occidente "Guerrilla War", y Guevara y Castro pasaron a ser simplemente "player 1" y "player 2", mientras que las referencias a Batista y Cuba eran borradas pasando a ser un país indeterminado gobernado por vaya a saber quien, lo que ha convertido a las copias originales en una muy rara y cotizada pieza de coleccionista. 

Pero lo que de verdad sorprende no es esto, sino que pese a todo... ¡se mantuvo la pantalla original de la intro! En ella, aparecía un retrato del líder revolucionario con un texto de homenaje, lo que hacen aún más incomprensibles los cambios.


¡Vivan los héroes de esa revolución de la que usted me habla!

Carmageddon (multiplataforma)



Aunque aún no se había acuñado como tal dicho concepto, he aquí un ejemplo de un título que vivió de lo que se conoce como el efecto Streisand, esos intentos de censura que terminan por dar mayor visibilidad a lo que trataban de borrar en primer lugar. 

Hacia 1997, todo el mundo hablaba sobre Radiactivo Man Carmageddon, juego para PC desarrollado por la desconocida compañía británica Stainless Games (especializada al parecer en la licencia de Magic The Gathering) . Rara era la semana que no saltaba la noticia de que en algún país querían prohibirlo. Pero, ¿qué era Carmageddon?

Cuando las no tantas personas que en ese momento poseían un PC jugaban, llegaba la decepción. No era más que un mediocre juego de carreras de tantos que podían existir en aquel momento, con una estética como de futuro distópico, ya que en un primer momento habían tratado sin éxito de adquirir la licencia de Mad Max (y posteriormente la de una cancelada secuela de Death Race 2000) avanzando cruzando checkpoints o destruyendo los otros coches.

La controversia venía por un punto concreto que de nuevo, la prensa generalista tomó erróneamente por el cometido principal del juego: la posibilidad de ir atropellando peatones por el camino sin que eso supusiera una penalización para el jugador sino al contrario.



Con este escándalo haciendo aumentar las ventas, llegaron las respectivas adaptaciones para PS1, Nintendo 64 e inclusive Game Boy Color. 

No obstante, en esta ocasión las compañías desarrolladoras de las diferentes versiones no quisieron arriesgar demasiado y de ese modo los peatones humanos fueron sustituidos por zombis de sangre verde, mientras que en Alemania fueron más allá y se incluyó a dinosaurios. Con críticas muy negativas (en particular la de N64) poco a poco la franquicia, aunque ha seguido recibiendo títulos hasta el día de hoy, cayó en el olvido para el gran público tan rápido como llegó.



Mortal Kombat (Super Nintendo/Mega Drive)



De todo el aluvión de juegos que nos llegaron en la corta (al menos en España) pero intensa cuarta generación de videojuegos, hubo un género que vivió toda una edad de oro, el de los juegos de lucha. 

Diferentes desarrolladoras se estrellaron en el intento de competir con Capcom y sus numerosas ampliaciones de Street Fighter 2, algunos con una ola de hype a su alrededor como fueron Eternal Champions o Rise of the robots, mientras que en otros ya el desastre se intuía desde el mismo momento de su lanzamiento.

En 1992, Midway dio en el clavo. Con unos gráficos muy atractivos para la época (que incluía el uso pionero de digitalización de actores reales) y un control distinto al de SF2 que se caracterizaba por el uso de un botón específico de bloqueo para defenderse del golpe de tu oponente, en lugar de usar el joystick para ello como en el título de Capcom, además de los ataques aéreos o "Juggles", Mortal Kombat contó desde el principio con un amplio fandom que aún hoy crea encendidos debates entre ambos juegos.

Además de los típicos combos y ataques especiales (todo ello con mucha sangre en pantalla) se incluyó una forma de ganar los combates particularmente cruel mediante una rápida combinación de botones. El "fatality" y sus variantes se convirtieron en el símbolo de la franquicia, siendo imitados posteriormente por Rare en Killer Instinct.



No obstante, aún faltaba mucho para que la second party de Nintendo forzara una vez más los límites de SNES, y la "gran N" seguía aferrada a una imagen excesivamente infantil/familiar pese a que SEGA le estaba quitando cuota de mercado mostrándose por contra como una marca más juvenil. 

Así, la versión doméstica que fue lanzada al mercado a finales del 93 llegaba sin nada de "gore" en pantalla, para ira de los lectores de Hobby Consolas que vieron en su número 25 unas capturas (presumiblemente de alguna beta anterior) en que sí se veía la sangre, lo que aún creó más mala fama a la compañía japonesa, algo que arrastró en N64 pese a Shadowman o la saga Turok. Por su parte, Mega Drive la incluyó pero con "truco", en el sentido más literal de la palabra. 

De esta forma, aparecía el juego igualmente censurado de inicio, debiendo pulsar en la pantalla de título explicando el "word code" la combinación de botones ABACABB. Si oías la voz de Scorpion y cambiaba el color de la pantalla, había funcionado. Las secuelas posteriores de ambos sistemas prescindirían de toda restricción, avisando eso sí en las revistas de la calificación por edades aunque no les hiciéramos el menor caso.



Si recordáis otros juegos censurados, podéis como siempre sugerirlos en los comentarios. Volvemos dentro de 2 semanas.

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2 Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Recuerdo esa película, sí, yo tampoco he llegado nunca a verla pero en la revista "edición limitada DVD" aparecía la carátula sin tapar y era demasiado desagradable.

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