El comprador de Springfield. El caso Spiderman

agosto 27, 2019





Parece ser que el verano se ha convertido en fecha de sobresaltos para los que somos aficionados a Marvel. Si el año pasado tuvimos el cese y posterior readmisión de James Gunn , la noticia que saltó hace una semana a las puertas de la feria D23 de Disney convulsionó tanto o más: la salida de Spiderman (Tom Holland) del universo cinematográfico, regresando a Sony. No seré yo quien busque culpables, y de las discrepancias económicas que han provocado esto ya se ha hablado largo y tendido, así que hoy en Joróbate Flanders explicaremos por qué precisamente el personaje más popular no forma parte oficialmente de la Casa de las ideas.






Durante mucho tiempo, el único éxito real que había habido en el cine de superhéroes había sido el Superman de Christopher Reeve, saga que cayó en declive con el paso del tiempo. De esta forma, los derechos habían estado devaluados, mientras que hasta ese momento de Spiderman solo había habido sendas series live action en EEUU y Japón. Y ambas franquicias cayeron en las manos de Cannon Films, productora de serie B que pretendía empezar a competir en las grandes ligas del cine pese a las grandes diferencias, a menudo no solo presupuestarias.

Por supuesto, Menahem Golan y Yoram Globus tenían un absoluto desconocimiento del comic que pretendían adaptar, por lo que su idea era la de un Peter Parker científico que se transformaba en araña por un accidente. Para este papel, sonaron nombres de lo más variopinto, desde un viejo conocido de la casa como Michael Dudikoff (El guerrero americano) hasta un joven Tom Cruise. 

También se planteaba la idea de que el doctor Otto Octavius fuese su mentor antes de convertirse en el malvado Octopus, y hasta se habló del desaparecido Stan Lee como el periodista JJ Jameson. Tras diversas reescrituras y cambios de director (entre ellos ni más ni menos que Tobe Hooper) unidos a los problemas financieros de la productora agravados tras los fracasos de Superman 4 y Masters del universo, la película quedó cancelada. Aún Golan tendría tiempo de producir una desastrosa película del Capitán América, pero esa es otra historia.







    
El siguiente proyecto sería ya en los 90. Esta vez estaría escrito y dirigido por James Cameron, sonando nombres como el de Leonardo DiCaprio como Peter y Arnold Schwarzenegger como Doc Ock. Tampoco esta vez pudo llevarse a cabo por una disputa legal entre Carolco (quien ya había producido la anterior película de Cameron, una tal Terminator 2) y Cannon, que seguía reclamando los derechos como suyos. Ambas productoras acabaron quebrando y Spiderman regresó a Marvel, que, también en una grave situación económica, optó por revenderlos a Sony.

Pero el culebrón estaba lejos de acabar, y de hecho alcanzó tintes esperpénticos cuando MGM, quien se había hecho con los derechos de las películas de Cannon, reclamó por tanto los de Spiderman, lo que provocó que a su vez Sony amenazara con producir su propia serie de películas de James Bond. De esta forma, hoy lo único que queda de lo que pudo ser aquello es este guión y la serie que supuestamente iba a ser la adaptación animada.







Finalmente Sony sería la que se llevó el gato al agua, y con un nuevo director, Sam Raimi, por fin pudo estrenarse Spiderman, protagonizada por Tobey McGuire. 2 años después llegó la que para muchos fue la adaptación definitiva del personaje, Spiderman 2 (donde por fin pudimos ver en pantalla a Octopus, interpretado por Alfred Molina) . Ambas fueron taquillazos, y con sus luces y sombras, justo es decir que marcaron el inicio del momento actual. Pero en 2007 volvieron los problemas.








Raimi tenía una concepción clásica del personaje, la de los comics de Lee y Steve Ditko. De esta forma, tras el Duende Verde (Willem Dafoe) y el mencionado Doc Ock, el siguiente villano sería Flint Marko, el Hombre de arena, interpretado por Thomas Haden Church, así como un nuevo Duende, Harry Osborn (James Franco) .

Ya el primero resultaba polémico (ya que de repente dieron el extraño giro argumental de que fuese él y no el atracador al que Peter dejó escapar el asesino de su tío Ben) aunque esto quedó en un segundo plano después de que Sony respondiera a las expectativas del sector más joven del fandom, imponiendo la presencia del villano/antihéroe Eddy Brock, Venom, al que interpretó Topher Grace, muy popular en aquel momento por la sitcom That´70s show. Spiderman 3 aún tuvo mejor taquilla que sus antecesoras, pero las críticas fueron muy negativas.

Raimi empezó a trabajar en una cuerta parte, supuestamente con John Malkovich como el Buitre, y Dylan Baker, que había hecho breves cameos como Curt Connors, convirtiéndose en el lagarto, así como Anne Hattaway como Felicia Hardy, quien al parecer no sería la gata negra sino una superheroína de creación original. Tras varias reescrituras de guión, finalmente Sony canceló Spiderman 4 ante la imposibilidad de llegar a la fecha anunciada de mayo de 2011.






Ante la necesidad de sacar una película cada varios años para que el personaje no regresara a Marvel, se anunció un reinicio dirigido por Marc Webb y protagonizado por Andrew Garfield. The amazing Spiderman, película mucho más oscura que la saga de Raimi, dividió a la crítica y el público, pero de nuevo funcionó razonablemente bien, y el productor Avi Arad empezó a desarrollar en torno a ella un ambicioso proyecto: su propio universo en torno al trepamuros que compitiese con Marvel y DC. De esta forma, el final de TAS 2 en 2014 daba pie a lo que sería una película sobre los 6 siniestros. Y entonces, llegó la Comic Con.






De entre todas las cosas que allí se anunciaron, lo más impactante resultaba el regreso (puesto que su contrato ya expiraba) de Robert Downey Jr como Tony Stark en la tercera parte de Capitán América (Chris Evans) , es decir, la adaptación cinematográfica de Civil War. Y para ello resultaba capital la presencia de Peter Parker, quien fue cambiando del bando de Iron Man al de Rogers a lo largo de la saga. Así, a finales de año fue filtrada una primera negociación fallida entre Disney y Sony, anunciándose en febrero de 2015 un segundo reinicio producido por ambas compañías, en una concepción más juvenil del personaje interpretada por Tom Holland, y Jon Watts como director. Spiderman Homecoming se convirtió en la película inicial más taquillera del UMC (siendo superada en 2018 por Black Panther), mientras que Lejos de casa es ya la primera producción Sony en entrar en el club de los 1000 millones.






Pero a su vez Sony ha seguido lanzando sus propios proyectos, como la película animada Spiderman: Un nuevo universo, o un spin off sobre Venom con Tom Hardy, siendo muy exitosos, sobre todo este último. Y quizá esto también haya influido decisivamente en que quieran volver a retomar su viejo proyecto del universo arácnido con el personaje ya revalorizado. En principio Tom Holland seguirá, pero será raro ver una tercera parte donde técnicamente las 2 primeras no han existido. Aunque quizá volvamos a tener sorpresa como ocurrió con Gunn.

Y como siempre, aquí estaremos en Joróbate Flanders para informar de ello.

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