Revisitando Marvel: Iron Man

diciembre 13, 2018




Año 2008. España se encamina de la mano de Luis Aragonés pese a las protestas por la no convocatoria de Raúl a la segunda Eurocopa de su historia, Barack Obama se convierte en el primer presidente negro de EEUU tras 8 años de gobierno republicano de George W Bush, y en las salas de cine se estrena una película que, sin hacer mucho ruido al principio, cambiaría para siempre el género superheróico.


No. No es esta. Otra vez me han metido por error la lista de películas de tarde de la sexta.



Después de que películas como Los 4 fantásticos y su secuela (que introdujo al personaje de Silver Surfer) o Elektra no respondieran a las expectativas, y con DC a punto de dar el taquillazo del año con El caballero oscuro, Marvel decidió empezar a producir sus propias películas, originariamente a través de Paramount. Esta vez no se limitaba la cosa a meras adaptaciones. Sería un nuevo multiverso complementario a los del comic, conocido como Tierra-199.999. Para esto se creó un nuevo personaje que serviría de nexo entre ellos, el agente de SHIELD Phil Coulson, interpretado por Clark Gregg. Pero, ¿qué personajes serían los primeros de esta nueva etapa?




Con los más emblemáticos en manos ahora rivales (Spiderman en Sony, X-Men en Fox) el siguiente en la lista no podía ser otro que Iron Man, que en aquellos momentos vivía un nuevo auge tras la publicación un año antes del crossover Civil War, que le había enfrentado a su hasta entonces amigo Capitán América. Pero no adelantemos acontecimientos.




Aunque en un principio se especuló con la posibilidad de Tom Cruise, finalmente Tony Stark sería interpretado por Robert Downey Jr, con Gwyneth Paltrow como su gran amor Pepper Potts, Terrence Howard como el coronel James Rhodes (posteriormente sustituido en las secuelas por Don Cheadle) y Jon Favreau (que además dirigía) como el guardaespaldas Happy Hogan. Como villano teníamos a Jeff Bridges, que interpreta a Obadiah Stane, antiguo socio del padre de Tony que vende de incógnito las armas que este fabrica a terroristas musulmanes que se hacen llamar "Los 10 anillos".






Vista ahora, quizá no sea la película más original del UMC, siendo otra vuelta de tuerca al eterno concepto del "viaje del héroe". Pero el enorme carisma del personaje y del actor (pocas veces una elección ha sido tan acertadas) cautivaron a los espectadores, y en su día escenas como la batalla final en el aire entre Stark y Stane resultaban de lo más espectaculares. Pero lo más llamativo no sería esto, ni siquiera el hecho de que desvelara su identidad secreta (precisamente el tema capital de Civil War) sino lo que vendría después.





No es que Marvel inventara el concepto de escena postcréditos. Pero normalmente solían ser simples chistes (salvo la de X-Men 3 que pocos vieron y aún menos entendieron) y esto era diferente. Samuel L Jackson hacía un breve cameo como Nick Furia (director de SHIELD, cuya incursión anterior en el cine era una mediocre TV-Movie protagonizada por David Hasselhoff) para revelarle a Tony que había otros como él, y lo más importante, que estaba trabajando en un proyecto para reunirles.

Próximamente, más películas Marvel en Joróbate Flanders. 

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