Ralph rompe internet: una grata sorpresa (SPOILERS)

diciembre 16, 2018



De entre el canon de "clásicos Disney", una de mis preferidas es Rompe Ralph. Aunque la coprotagonista Vanellope sea algo repelente (y el doblaje español no ayuda) la idea de un villano ochentero a lo Donkey Kong intentando encajar me resultaba de lo más interesante.




Con todo, tenía sentimientos encontrados ante la idea de una secuela. El agridulce final (Ralph renuncia a intentar ser un héroe para que su videojuego siga funcionando, siendo no obstante por fin aceptado por sus compañeros) me parecía perfecto, y no se me ocurría como podía continuar. Y el trailer parecía más orientado a mostrar el numeroso product placement (que por cierto, tiene sus añadidos para la edición española) que a dar pistas sobre la historia. ¿Estábamos ante la réplica de la factoría Disney al fenómeno de amor/odio que ha sido la tan denostada Emojipelícula?





Afortunadamente, no ha sido así. Empieza como una especie de versión inversa del conflicto de la primera parte, en que Vanellope se aburre en Sugar Rush y el volante se rompe por culpa del nuevo circuito que le ha construido Ralph, por lo que corre el peligro de ser retirado. Por lo tanto, deciden meterse en el misterioso nuevo aparato "wifi" y conseguir uno nuevo en Ebay. Por el camino, vemos numerosos guiños (atentos a ciertos cameos) que, lejos de ser simple publicidad, resultan por momentos un interesante ejercicio de autocrítica paródica.






Pero sobre todo, es una película que, como ya hiciera Inside out, trata de como aprender a sobrellevar los cambios. De esta forma, el "villano" se reprenta como un grave virus informático que se alimenta de las inseguridades de Ralph. Un tipo de mensaje que nunca imaginé ver en una película Disney.

Por último, no os perdáis las 2 escenas postcréditos, no tienen desperdicio.

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