La casa de papel: la vuelta al cole (SPOILERS)

julio 31, 2019

"¡Voy a atracar el banco de España! ¡Mira qué cara de malo!"



El 2 de mayo de 2017 no fue un día de muchas noticias relevantes. PP y PNV llegaron a un acuerdo para los presupuestos de ese año, Francia se encontraba en la campaña de la segunda vuelta electoral, y en la capital de España se disputó una de las 2 semifinales de la Champions League, donde el Real Madrid derrotó al Atlético de Madrid.

 Antena 3, que tenía en aquellos momentos los derechos de la máxima competición futbolística de clubes, aprovechó el gran arrastre de audiencia que un derby podía acarrear para por fin estrenar su gran apuesta de la temporada, que llevaba meses anunciándose, un thriller aún más ambicioso que la recientemente cancelada Vis a vis (que luego retomaría Fox España, pero ese es otro tema) : La casa de papel, protagonizada por un grupo de atracadores dirigidos por el misterioso "profesor" (Álvaro Morte) , que se enamora de Raquel Murillo (Itziar Ituño) la inspectora de policía encargada de evitar su plan de robar miles de millones impresos por ellos mismos en la fábrica nacional de moneda y timbre .





Como era de esperar, la audiencia de aquel piloto se disparó hasta el 25% de share, estabilizándose después en una media cercana al 15. Pero llegó el verano, y la serie se paralizó a falta de tan solo 6 episodios. Cuando se retomó, pasó de martes a jueves, sufriendo la dura competencia de GH, llegando a caer a un 9,8% en el penúltimo episodio, si bien el final parecía cerrado por lo que al menos sus seguidores no se quedaban colgados como con, ejem, otras series. O eso creíamos.








Una vez acabó, La casa de papel pasó a Netflix. No era la primera serie española que pasaba por la plataforma: Velvet había llegado a ser lo más visto en España, y ya empezaban a impulsar sus propios proyectos. Pero la sorpresa saltó cuando el éxito que no había tenido en nuestro país lo había encontrado fuera. 

Ya fuese por su tensión continua (cercana casi, salvando las distancias, a 24) , por lo internacional de los nombres en clave de los personajes (Tokio, Berlín, Río, etc) o por la peculiar estética con esas máscaras de Dalí con las que se confunden con sus rehenes, Money Heist (que es como se la conoce internacionalmente) se convirtió en un fenómeno social que nunca antes habíamos conocido. Raro era el día que no aparecían noticias relacionadas con la serie: gente que se vestía así en manifestaciones, tifos de equipos de fútbol, polémica con los contenidos en Turquía...

Así, en 2018, La casa de papel fue la segunda producción nacional en ganar el Emmy, algo que solo había conseguido Antonio Mercero en los 70 con La cabina, y Netflix anunció que produciría en exclusiva una tercera temporada (o segunda, según se mire) lo que generó todo tipo de reacciones. Yo he de reconocer que estaba entre los escépticos. Como ya he dicho, el final ya me parecía perfecto, y no veía la forma de seguir, a no ser que hicieran un spin off con nuevos personajes. Por otra parte, me preocupaba como podrían adaptarse a la reducción de minutos de los episodios, algo que fue muy problemático en las temporadas 3 y 4 de Vis a vis. Por suerte, no podía estar más equivocado.







Han pasado 2 años del exitoso atraco, y cada uno ha ido por su lado. Tokio (Úrsula Corberó) se aburre de la apacible vida que lleva con su novio Río (Miguel Herrán) y se va a una fiesta en un pequeño pueblo. El teléfono satélite con el que contactan resulta estar controlado por las autoridades y el hacker es arrestado, siendo sometido a todo tipo de torturas por Alicia Sierra, interpretada por una Najwa Nimri que, pese a interpretar en esta ocasión a una inspectora de policía, recuerda mucho en su actuación y en los modos de su personaje a la villana Zulema Zahir de la ya mencionada Vis a vis.


No, de momento no hay reencuentro


Tokio pide ayuda al profesor, que siendo consciente de la situación en que se encuentra (puesto que la detención no ha sido anunciada pese a lo importante que resulta) decide reunir a la banda para someter al estado al chantaje definitivo: retoma para exigir su inmediata liberación el más peligroso plan original de su fallecido hermano Andrés de Fonollosa "Berlín" de robar las reservas de oro del Banco de España. De esta forma, los flashbacks explicando cada detalle justifican el regreso del actor Pedro Alonso.

El mayor presupuesto del que ahora cuenta la serie ya se palpa en el primer capítulo, desde el asalto militar para dar caza a los 2 fugitivos a la espectacular escena final en Callao donde, desde un zeppelin, sueltan como distracción miles de billetes a una población que en su mayoría apoya a "los Dalís" (haciendo un brillante uso de ruptura de cuarta pared con el simbolismo que ha generado la propia serie) y la duración de los 8 episodios (que van entre 40 minutos y una hora) permite mantener la acción intacta sin tanta escena de relleno como había antes, además de nuevos y carismáticos personajes como "Palermo" (Rodrigo de la Serna) un antiguo amigo argentino de Berlín que ocupa su lugar.

Eso sí, la ya anunciada T4 (aún sin fecha) supone un final abierto y algo abrupto. Pero no me cabe duda de que la resolución estará a la altura, por lo que merece la pena esperar. Y aquí estaremos en Joróbate Flanders para contarlo. Dedicado a la memoria de Antonio Mercero y Eduardo Gómez.

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