Han Solo: una historia de...meh (SPOILERS)

enero 09, 2019




Cuando en 2013 Disney absorbió LucasFilm, hubo una cosa que ilusionó tanto o más al fandom de Star Wars que la tercera trilogía: para calmar las esperas de 2 en 2 años, se filmarían simultáneamente spin offs que desarrollaran el "universo expandido" algo que hasta entonces quedaba limitado al mundo de la literatura, el comic y en menor medida la televisión.


Por más que queramos olvidarlo, debemos afrontar que esto un día fue canon




El primero fue Rogue One en 2016 (la historia de como los planos de la Estrella de la muerte llegaron a la Alianza Rebelde) que polarizó a los seguidores de la saga, ya que no todo el mundo entendió una película por primera vez puramente bélica donde no hubiesen grandes héroes épicos (y posiblemente no debiera haberlos) sino un simple grupo de soldados que luchaban en la medida de sus posibilidades. 

Tampoco gustó el hecho de que en los personajes de Leia Organa y Wilhuff Tarkin (Ingvild Deila y Guy Henry respectivamente) se recurriese al CGI para sustituir sus rostros por los de los fallecidos Carrie Fisher y Peter Cushing, quienes en 1977 representaran a estos personajes en la primera (o cuarta) entrega, Star Wars: Una nueva esperanza. Pese a todo, fue con más de 1000 millones recaudados uno de los mayores éxitos de la historia de la franquicia.

La segunda película de esta serie (pero cronológicamente anterior) pintaba sobre el papel todavía más interesante: nada menos que la historia de Han Solo, el redimido contrabandista corelliano interpretado durante 4 de las 8 películas de la saga principal por Harrison Ford, en una especie de "Western galáctico" que explicaría, entre otras cosas, como conoció a su inseparable compañero wookie Chewbacca (Peter Mayhew en la trilogía original, Joonas Suotamo aquí) o la partida de "sabacc" donde ganó el Halcón milenario a su "amigo" Lando Calrissian (Billy Dee Williams/Donald Glover) . ¿Qué podía salir mal en algo así?





Para empezar (y esto ya es un grave problema) el propio Han. No es que Alden Ehrenreich fuese una mala elección para el personaje (si bien ya fue una desilusión para los que esperaban a Chris Pratt, sin tener en cuenta que de hecho ya es mayor de lo que era el propio Ford cuando actuó en el Episodio IV)  pero, sencillamente, no se reconoce en su personaje a ese delincuente que "gustaba a Leia por ser un sinvergüenza". Más bien da la impresión de que se encuentra los problemas sin buscarlos, como si quisieran dar la razón a George Lucas cuando hizo que Greedo disparase primero. Únicamente en la escena final con su mentor Tobias Beckett (Woody Harrelson) se ve algo de esto.

Otro gran problema es que esta película tuvo un rodaje problemático más propio de DC que de lo que solía ser Star Wars, con el abandono por "diferencias creativas" en una fase avanzada del rodaje de los directores Phil Lord y Christopher Miller (La Lego película) siendo sustituidos por Ron Howard (Rush, Apolo XIII) . Esto hace que el film se mueva a medio camino entre momentos muy alocados y partes de aventura más convencional sin quedar muy claro a donde va.



Menos mal que no se pone a cantar



Quizá el personaje más interesante de la película sea Qi´ra (Emilia Clarke), antigua novia de Solo hasta su forzosa separación mientras huían de Corellia, reencontrándose años después siendo la mano derecha de Beckett, que se mueve en una zona gris sin estar claro si sigue enamorada o sencillamente se opone a su jefe. No es hasta el final cuando descubrimos el impactante giro final: es una agente doble al servicio de Darth Maul (Ray Park) el antiguo aprendiz oscuro de Sidious (Ian McDiarmid) que pasó a luchar por igual contra los jedi y los sith.

Y he aquí el último y definitivo problema. Probablemente nunca sepamos el significado de esta enigmática subtrama. Y es que Han Solo: una historia de Star Wars ha sido el primer fiasco de taquilla de la historia de la franquicia apenas sí recuperando lo invertido, lo que ha supuesto la cancelación del resto de spin offs para centrarse en el decisivo Episodio IX que se estrenará este diciembre. Y pese a todo, me ha resultado más entretenida que el Episodio II, aunque tampoco sea mucho decir. 


Ya ni nos queda la esperanza de Disney Channel


Próximamente, más cine y televisión en Joróbate Flanders. 

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